domingo, abril 09, 2006

Y la pelota hizo magia...



Hay magia en esa pelota. Y es una magia que se transfiere también a esos ojos que desnudan mil asombros. El segundo viaje a Garabato es testimonio de ese milagro tan sencillo, tan grande. Hay chicos felices, juntos, que gritan, que corren, que miran, que festejan, que se abrazan, que saltan, que vibran, que viven... Ahí está la número cinco, en el medio, haciendo lo que más sabe y que mejor le sale: magia.