jueves, mayo 01, 2025

Nadie se salva solo...

 


Vale para la vida. Vale para el fútbol. Vale para el Misura Leyendas. 

Vale para todo y para todos...

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Y mientras preguntamos:

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Los detalles de la serie El Eternauta: en IMDB.


jueves, enero 16, 2025

Hablemos de China


Estupenda entrevista de nuestro amigo Periodistán (Fernando Duclós) con Francisco Taiana, historiador y sinólogo. Una invitación a conocer. Y, sobre todo, a reflexionar.

martes, diciembre 31, 2024

Malvinas, hoy y siempre


Estupendo análisis de Juan Rattenbach, una eminencia en el tema Malvinas Argentina, abogado y Asesor de contenidos del Museo Malvinas, en Gelatina. 

Para escuchar, reflexionar y, sobre todo, militar la causa.

lunes, noviembre 25, 2024

COPLA, política de estado


En el marco el Ciclo Soberanía y Memoria realizado por el Museo Malvinas e Islas del Atlántico Sur el 11 de Septiembre de 2020 se publicó este video que no pierde actualidad.

"Esta iniciativa nace con la idea de generar nuevos espacios de reflexión y debate sobre nuestra soberanía e Islas Malvinas en este contexto de aislamiento social obligatorio por el COVID-19.

En esta charla abordamos los fundamentos que explican por qué las Malvinas son argentinas, cuáles fueron los hitos del reclamo de soberanía y cuáles son las estrategias a futuro".

Invitada: Dra. Frida Armas Pfirter - Coordinadora general de Copla, Profesora de Derecho Internacional (UBA)

miércoles, octubre 16, 2024

Lina, por Greenpeace


Empezamos con las presentaciones para niños y niñas. Primero fue Zamba y nuestras Malvinas, Luego, el cambio climático en cuatro minutos. Ahora, la tercera entrega: "Lina & los amigos del Arcoiris", una historia de Greenpeace. 

domingo, agosto 18, 2024

Las magias y los misterios de la luz


El fotógrafo de cine Gabriel Figueroa, dueño de una formación clásica de su arte, no tan sólo retrata a México, lo dibuja con una voluntad e imaginación que hizo hablar al paisaje con la luz de los magueyes y las nubes gordas que forman parte de nuestra mirada.


jueves, julio 18, 2024

Mujeres


La vida según Galeano, ese espacio imperecedero que ofrecía y ofrece Canal Encuentro. Ahora, Mujeres.

domingo, junio 30, 2024

Berta: prohibido olvidarla


Hoy escribo para que usted me ayude a pedir justicia. Asesinaron a mi mamá, Berta Cáceres, siento dolor, un dolor que no puedo describir con las palabras, la mataron por defender la vida, por defender nuestros bienes comunes y de la naturaleza que son sagrados, por defender nuestros ríos que son fuente de vida, también de fortaleza y espiritualidad ancestral.

Yo soy Salvador del pueblo Lenca de Honduras. Mi mamá es mujer de resistencias, de luchas, para que nuestra conexión profunda con la naturaleza no sea destruida y la vida de los pueblos sea respetada. La quisieron callar con las balas, pero ella es semilla, semilla que renace en todos y todas, en su pueblo que sigue en ese caminar de resistencias. Para alcanzar la justicia verdadera necesitamos de su ayuda, pidiendo al gobierno hondureño que permita una comisión independiente de investigación para poder esclarecer el crimen de mi mamá. Haga click aquí.

Honduras es el país más peligroso para los activistas medioambientales. Más de 100 fueron asesinados entre 2010 y 2014. Es una cifra que da escalofríos. Dejaron su vida para defender lo que es de todos. Mi amada mamá no fue la excepción. Había sido amenazada y perseguida muchas veces por defender el territorio de nuestro pueblo.

Dos de mis hermanas tuvieron que irse del país. A pesar de eso, mi mamá no dejó de luchar ni un minuto contra el proyecto hidroeléctrico Agua Zarca, una obra que implica el desalojo, la privatización y la destrucción de nuestros territorios, además de asesinatos a la gente que tiene la determinación y claridad de que la vida no es mercancía. No la pudieron detener, junto a su pueblo se hizo invencible, así que asesinos entraron a su casa y abrieron fuego contra su pecho. Sentimos indignación por las balas asesinas y también porque la impunidad sigue presente.

Berta lo decía: ¨Defender los derechos humanos es un crimen en Honduras¨. Sabía que lo que hacía significaba un peligro para ella y sus seres queridos. Pero no le importó. Junto al Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (COPINH) defendió a las comunidades indígenas dejando su vida. Hoy, nuestra familia, todo el pueblo Lenca y miles de hondureños mantienen el reclamo por justicia. Solo la lograremos si presionamos al presidente de mi país para que acepte que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos investigue el asesinato. No podemos confiar en la justicia hondureña. Haga click aquí.

¨Usted tiene la bala… yo la palabra. La bala muere al detonarse, la palabra vive al replicarse¨. Hoy tenemos que ser esa palabra. Mamá dio la vida en defensa de la humanidad y el planeta. Waldemar, usted puede dar un minuto de su tiempo para ayudarme a pedir justicia por ella.

Gracias por su apoyo.

Salvador Edgardo Zuniga Cáceres
Hijo de Berta Cáceres

*Vía Greenpeace Argentina, 2016.

Prohibido olvidarla.

miércoles, febrero 07, 2024

El fuego impune


El fuego arrasó con casi 80.000 hectáreas en la Patagonia de Argentina. Otra historia de impunidad.

El desmonte ilegal debe ser un delito penal.

Sumate y completá la consulta popular: https://bit.ly/45Re2tx 

Los bosques andino patagónicos se encuentran cada vez más amenazados por los incendios provocados, ya sea por negligencia o de manera intencional. Cada año la situación se agrava con la crisis climática, la sequía y las plantaciones de pino. Debemos actuar en consecuencia y prepararnos para escenarios cada vez más complejos, previniendo pero también castigando a los responsables de este ecocidio.


Más sobre realidades ambientales: Sobre el Océano Antártico

lunes, enero 01, 2024

Galeano, siempre

 

El III Foro Social Mundial sucedió en 2003. Las palabras de Eduardo Galeano parecen pronunciadas hoy, más de dos décadas después.

lunes, diciembre 18, 2023

Muchachos, The Best, Nosotros...








Muchachos

La voz ya está gastada, pero ahí anda, por los aires de los lugares más diversos y dispersos. Desde el Lusail de la gloria, ahí en las puertas de Doha; en las calles en días de reconstrucción de La Banda, en Santiago del Estero; en una Buenos Aires que se olvida de su "ombliguismo" y en la que caben todos, los de acá, los de allá, los de cualquier color, los distintos, los propios, los ajenos.

En Dacca, la capital de los hermanos de Bangladesh, donde las disfonías de aquellas épicas reivindicatorias de Diego se hacen perfecto eco ahora; en sus escenarios similares del sur de la India y de Sri Lanka; en la inmensa China, donde gritan por ese país que ya no es tan remoto, es parte de un ida y vuelta de un conocerse, de un abrazo que nace queriendo nacer.

También en el Africa subsahariana de tantos dolores donde los mismos que evocaban y evocan a Lumumba o a Sankara ahora tienen dibujado a Lionel -un tal Messi- en la piel, en alguna remera de harapos sin disimulo, pero sobre todo en el alma. Quiso el destino y la magia y quién sabe cuántas cosas más que el rosarino que necesitaba vitaminas en su niñez es hoy la vitamina imprescindible para esos chicos de esos países que las agencias de noticias casi nunca mencionan: Mauritania, Sudán, Botswana, Sierra Leona, Etiopía, Eritrea, Somalía...

Los nadies, diría Galeano. Esos nadies que son por el rato que dura la belleza de un gol argentino un grito que se escucha por otros rincones de tantas periferias identificadas con una camiseta de dos colores -celeste y blanco- y varias historias que los tienen a ellos como aliados de una celebración, de una curiosa amalgama: La Mano de Dios es un puñal tardío al Imperio Británico que tanto daño repartió entre sus colonias; la Copa de Messi, despojada de los brazos franceses, es el monumento que Francia no hizo a tantos negros caídos en la Segunda Guerra peleando en nombre de una bandera que no les pertenecía, que no los cobijaba.

Y ahí va el grito, que nace, que crece, que dura, que se repite, que se hace eterno en los cielos de un mundo que sabe, que comprueba, que allí todo es celeste y blanco.

En Argentina nací
Tierra del Diego y Lionel
De los pibes de Malvinas
Que jamás olvidaré

No te lo puedo explicar
Porque no vas a entender
Las finales que perdimos
Cuántos años las lloré

Pero eso se terminó
Porque en el Maracaná
La final con los brazucas
La volvió a ganar papá

Muchachos, 
Ahora nos volvimos a ilusionar
Quiero ganar La Tercera
Quiero ser campeón mundial

Y al Diego
Desde el cielo lo podemos ver
Con Don Diego y La Tota
Alentándolo a Lionel

Muchachos
Ahora nos volvimos a ilusionar
Quiero ganar la tercera
Quiero ser campeón mundial

Y al Diego
Desde el cielo lo podemos ver
Con Don Diego y La Tota
Alentándolo a Lionel, 

Y ser campeones otra vez, 
y ser campeones otra vez.

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"Es por los pibes", grita Diego Maradona a la salida del vestuario en el estadio Azteca. Tiene 25 años y es el líder de un equipo que va a enfrentar a Inglaterra cuatro años después de la Guerra de Malvinas​. El pibe de Fiorito tiene memoria. Los mira a sus rivales con cara de guerrero. Luce enojado, pero sobre todo convencido. Insiste en su grito. Arenga. El convencido convence a los suyos y desanima a los rivales a los que luego les va a hacer el Gol de la Mano de Dios y el Gol de Todos los Tiempos. Mago de la historia.


El Mago de la historia, sin embargo, no tenía idea de los lejanos alcances de su hechizo de fútbol. En Bangladesh, que por estos días fue foco de las noticias por un salvaje superciclón que causó daños enormes, esos dos goles mágicos se gritaron más que en la Argentina. Coparon las calles. No vinieron al Obelisco. Pero llenaron todos sus rincones. Vestidos de Diego, de Argentina. Era por entonces el país más densamente poblado del mundo -hoy, según el censo de 2010, cuenta con unos 170 millones de habitantes-.

Lo cuenta el periodista y escritor Andrés Burgo, autor del estupendo libro El Partido: "Fue una revancha en pantalones cortos". Sí, para la Argentina, pero también para esos hombres y mujeres que hablan bengalí. La victoria de Diego y su manada posibilitó ver al León arrodillado para un país que mucho sabe y conoce de castigos imperiales.

La sangrienta rebelión de 1857, conocida como La Rebelión de los Cipayos, dio lugar a la transferencia de la autoridad local a la Corona. Un virrey del Reino Unido se encargó de la administración del territorio.​ Durante el dominio colonial, la Gran Hambruna de Bengala de 1943 se cobró más de 3 millones de personas.

Mariano Rodríguez Ocón es argentino y trabajó para la British American Tobacco en Daca, la capital de este país del sudeste de Asia. Lo cuenta ahora, ya en Buenos Aires: "Es un país increíble respecto del vínculo con la Argentina y nuestra Selección. Me sentía Susana Giménez cada vez que me reportaba como argentino. Nos adoran. Me preguntaban por el 86, por Maradona, me mostraban camisetas de Batistuta. Y cada vez que juega la Selección algún evento importante, ellos se juntan ahí. Según pude saber todo esto empezó a partir de la Guerra de Malvinas. El pueblo local tomó parte en contra del Reino Unido"

Lo que pasó aquella ocasión en el Azteca, en cualquier caso, marcó el vínculo para siempre. Si para la Argentina y para Nápoles Diego es Dios, en Bangladesh -país de mayoría musulmana- es Alá.
Se viralizaron durante el último Mundial videos que parecían salidos de González Catán o de San Miguel o de cualquier lugar del Interior de cualquier provincia. Camiones llenos de hinchas con camisetas y banderas de la Argentina. La Diez en la espalda, un clásico. Por Maradona, claro; pero también por Messi.

Ese territorio de Asia resulta un asombro de fútbol. Más allá de que su historia competitiva es, como dicen los que pusieron sus pies colonialistas en esa geografía: "below standard". Por debajo de la media: se trata de un seleccionado acostumbrado a las derrotas. Jamás disputó un Mundial. Jamás consiguió una victoria que le permitiera mostrarse al mundo.

En setiembre de 2011, la Selección argentina -con Messi como emblema- fue a jugar a Bangladesh. Lo retrató el periodista Daniel Avellaneda aquella vez, enviado de Clarín: "Argentina llegó y revolucionó a un país que respira fútbol. La recepción en el hotel estuvo a cargo del equipo femenino local y de un grupo de niñas que regaron con pétalos de rosas el camino de los futbolistas al ingresar. Por supuesto, Messi se llevó la mayoría de las miradas y las fotos".

También se enteró de una historia que parece mito: el año anterior a esa gira, tras la eliminación del seleccionado argentino, en Ciudad del Cabo, frente a Alemania, se multiplicaron los suicidios. Realismo mágico y trágico en versión asiática.

En las prácticas de la Selección de Alejandro Sabella, durante aquella gira, un estadio casi repleto rendía pleitesía a los cracks que a ese país sólo llegaban por televisión. Con sólo mirar estaban agradecidos.

El sentimiento permanece. En Bangladesh los que laten de fútbol laten por Argentina. Por Diego. Por Messi. Por esa zurda que los convocó a gritar por ellos, por nosotros. Que, al cabo, somos los mismos.

*Para el libro "Argentina, el país del fútbol".