En la escuela Saunalahti que se encuentra en la ciudad finlandesa de Espoo decidieron cambiar un poco la historia: para empezar el edificio en el que se ubica la escuela es muy diferente a nuestra idea típica de escuela, esta más bien parece un museo de arte moderno. Los profesionales de VERSTAS Architects se alejaron de la aburrida estructura típica y del acostumbrado diseño de las aulas.
Ubicada en un territorio de 10500 metros cuadrados están las escuelas primaria y secundaria, así como el área de preescolar, el club de los estudiantes, el teatro, el comedor, la biblioteca, el gimnasio y mucho más. La formación se lleva a cabo en un ambiente relajado, cada niño se sienta donde quiere y se alienta la comunicación entre los estudiantes durante las lecciones.
La mayor parte de las lecciones se realiza en grupos de trabajo, cada niño tiene la posiblidad de sentarse en una silla como de oficina que se regula a su altura y puede deslizarse hasta el otro extremo del salón. Los que así lo prefieran pueden sentarse en pequeños sillones que están equipados con una pequeña mesita para el ordenador portatil. El ordenador, a su vez reemplaza la pizarra típica y está conectado a una red común.
Para las terminaciones de los interiores y fachadas de los edificios, los arquitectos utilizaron materiales ecológicos que crean un ambiente cálido y confortable. Los ladrillos exteriorres de la escuela fueron colocados de forma diferente, en desorden en algunos lugares para los niños los toquen y experimenten diferentes sensaciones. Las áras comunes dedicadas a la movilidad están pintadas de colores brillantes, cada una de un color especial, así es imposible perderse.
Los espacios abiertos están conectados con zonas internas asignadas a cada grupo de edades pero todas son parte de una sola. Los creadores del proyecto están seguros que si se instalan barreras los niños querran transpasarlas, por eso el territorio de la escuela está abierto, no hay vigilantes ni detectores de metales. Sí, hay cámaras de video pero todas las medidas de seguridad pasan desapercibidas.
Las grandes ventanas con vista a la naturaleza y al patio de juegos ayudan a los niños a interactuar con el medio ambiente ya que los corredores están ubicados de tal manera que no se tenga la sensación de estar encerrado entre cuatro paredes.
Los niños que van a las escuelas que se alejaron del método clásico de formación dsifrutan de un buen rendimiento académico, bajo (o nulo) nivel de estrés, lo que es poco común para chicos de su edad. Además, todo el sector se ve beneficiado ya que se trata de un centro educativo para todas las edades (de día los niños y en las tardes los adultos) en el que los vecinos pueden interactuar.
Texto publicado en el sitio Genial Guru.
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¿Cómo es el sistema educativo en Finlandia?
Su sistema educativo es reconocido como un modelo de referencia a nivel mundial. Los resultados obtenidos los Informes PISA (la evaluación que realiza la OCDE cada tres años) y el altísimo registro en educación dentro del Índice de desarrollo humano (IDH) respaldan a este modelo. Es gratuito y busca patrocinar la idea de igualdad de acceso a la educación en todo el país y para todos sus habitantes.
Diez claves del modelo*:
1. Los docentes son profesionales valorados. La educación es una profesión con prestigio y los profesores tienen gran autoridad en la escuela y en la sociedad. El equivalente a Magisterio en Finlandia es una titulación complicada, exigente y larga, que además incluye entrevistas personales, por lo que los maestros son profesionales muy bien preparados y vocacionales.
2. La educación es gratuita y, por lo tanto, accesible a todos. El sistema educativo público establece que la educación es obligatoria y gratuita entre los 7 y los 16 años y debe ser impartida por centros públicos. Tampoco se paga por los libros ni por el material escolar, y todos los niños reciben una comida caliente al día en el colegio, también gratuita. En el caso de que el niño viva a más de 5 kilómetros del centro escolar, el municipio debe organizar y pagar el transporte.
3. El reparto del dinero público se hace de forma equitativa. Los fondos estatales se reparten de forma justa entre los centros. Hay una base de subvención común para todos pero la cifra final varía atendiendo a las necesidades de cada uno, de manera que se compense a aquellos con más carencias para equipararlos al resto. La igualdad de oportunidades es un valor esencial.
4. El currículo es común pero los centros se organizan. Cada escuela y sus profesores diseñan y organizan el currículo (aunque tiene unas líneas generales y un marco común para todos) y se planifican para conseguir los logros establecidos como mejor consideren.
5. La educación se personaliza. Desde los primeros cursos se interviene para apoyar a los alumnos con necesidades especiales, con lo que se evita que sus dificultades aumenten con los años y se minimizan los porcentajes de fracaso escolar. Se respeta el ritmo de aprendizaje de cada niño y se huye de las pruebas y actividades estandarizadas. Además, los profesores suelen ocuparse del mismo grupo desde 1.º (7 años) hasta 6.º (12 años), lo que ayuda a que los conozcan mucho mejor.
6. Los alumnos tienen tiempo para todo. La educación se toma en serio pero también se da importancia al juego y al descanso. Los niños no comienzan el colegio hasta los 7 años, momento en el que se les considera maduros para aprender. Además, las jornadas lectivas son más cortas. Los estudiantes de Primaria tienen solo 3 o 4 clases al día, con descansos de 15 minutos entre cada una de ellas a los que se suma el descanso para comer. Apenas hay deberes, el trabajo se hace en clase, no en casa.
7. Preparar la clase es parte de la jornada laboral. Los profesores no imparten tantas horas de clase como en otros países, sino que el tiempo que pasan en el aula es más reducido y destinan las horas restantes a preparar sus lecciones, investigar, organizarse o trabajar de forma colaborativa con otros docentes.
8. Se evitan la competencia y las cifras. Los estudiantes no hacen exámenes ni reciben calificaciones hasta 5.º curso (11 años) y los informes que el profesor elabora para los padres son descriptivos, no numéricos.
9. Se premia la curiosidad y la participación. La imaginación y la capacidad de emprendimiento son muy apreciadas en la sociedad finlandesa, abundan los profesionales de campos artísticos y creativos y también los de tecnología e ingeniería. Esto también se fomenta en la educación, donde se valora la creatividad, la experimentación y la colaboración por encima de la memorización y las lecciones magistrales.
10. Los padres se implican. La sociedad y las familias consideran que la educación es fundamental y la complementan con actividades culturales. A esto contribuyen las ayudas que reciben los padres para la conciliación de la vida laboral y familiar, para que dispongan de más tiempo con sus hijos. - See more at:
*Fuente: Aula Planeta.